Van Halen collage

Van Halen collage

jueves, 15 de octubre de 2015

Duda para el próximo 20 de noviembre: ¿Voy a ver a Kadavar o The Sheepdogs?

Vaya dilema. Esto es como cuando hay que elegir entre Messi o Cristiano. ¿Cuál de los dos es mejor? ¿A qué concierto asistir el próximo 20 de noviembre en Madrid? ¿Kadavar en la Sala Penélope o The Sheepdogs en la Caracol? Muchas preguntas y una respuesta incierta. La duda me invade y como de momento no tengo el don de la ubicuidad, no sé cómo lo voy a resolver. Me apetecen los dos pese a que, musicalmente, no tengan nada que ver. Por un lado, el doom psicodélico de los barbudos alemanes y, por otro, el rock clásico, retro, a veces campestre, que practican los canadienses. Quizás pueda pesar en la decisión final que a los germanos ya los he visto en varias ocasiones. La última en el pasado Resurrection Fest, donde ya estrenaron algún tema de Berlin, su último buen disco. Muy hieráticos en escena, con ese bajista tan 'simpático' que tienen, no me importaría que su avalancha sónica, monolítica, me perforara de nuevo los tímpanos. En ocasiones parecen una máquina demasiado perfecta y no estaría mal que improvisaran de vez en cuando. Se trata de una recreación de Black Sabbath por la que han sido muy criticados, aunque, en mi opinión, se están alejando poco a poco de la sombra de Ozzy&Iommi. Luces y sombras para un grupo cuya popularidad ha ido creciendo mientras buscan su propio sonido. Creo que están cerca de conseguirlo y una actuación en directo es el mejor lugar para comprobarlo. No sé, no sé, igual acabo pasándome. ¿No tenían otra fecha libre en la gira?


Me ha sorprendido mucho el nuevo trabajo de The Sheepdogs. Los descubrí con el anterior de título homónimo, que en su día escuché bastante, aunque me pareció demasiado heterogéneo. Lo dejé aparcado y lo voy a tener que rescatar. Igual que el resto, puesto que llevan funcionando desde 2007. Future Nostalgia, publicado el pasado 2 de octubre, me ha encantado. Mucho más centrado en un estilo rockero retro, blues, southern, contiene nada menos que 18 temas. Lo mejor es que no se hace nada largo (medley incluido) y todas las canciones me parecen redondas, con varios detalles a descubrir. Además de la impecable labor instrumental, destaca el fabuloso juego vocal que consiguen. Tengo curiosidad por ver cómo lo trasladan a un concierto, aunque ya me he hecho a la idea indagando por la red. No descarto tampoco que se descuelguen con alguna jam o una versión conocida, porque no son tan cuadriculados como Kadavar. Ese aire campestre, que recuerda un poco a The Band y otros clásicos, me temo que va a hacer que me decante por asistir a su actuación. Todavía queda tiempo y ni he mirado el precio de las entradas, tengo que convencer a mi compinche en estas lides... En fin, que sigo con dudas al ser un caso inédito hasta hace poco. Siempre me quejaba de la falta de conciertos y ahora me invaden. Bendito dilema. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario