Van Halen collage

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lunes, 12 de octubre de 2015

Conciertos de Dan Baird & Homemade Sin y Junkyard (Sala Arena, 9-10-2015)

The Ultimate Rock and Roll Experience. Así definía el cartel la visita a España en el mismo pack de Dan Baird & Homemade Sin y Junkyard. Nada más cercano a la realidad. Un lujo poder ver juntos a estos dos veteranos grupos estadounidenses, con el culo pelao después de tantos años girando, aunque todavía con mucho y bueno que ofrecer. Dos estilos diferentes de demostrar que no se necesitan muchos artificios para dar un gran concierto. Sólo cuatro o cinco tipos encima de un escenario sacando lo mejor que llevan dentro, sin importarles si delante de ellos hay 200 personas o 2.000. Buenas canciones, sudor, esfuerzo, muchas tablas, complicidad, química con el público... Los ingredientes necesarios se juntaron en la Sala Arena con un sonido aceptable para cocinar una gran noche de rock, y van unas cuantas, por lo que estamos de enhorabuena en la capital. Para las 20:00 horas estaba anunciado el inicio de la velada con Dan Baird y los suyos. Sin más, prescindiendo de intros o algo similar, con un pequeño retraso, empezaron a desgranar ese estilo suyo de tradición tan americana. Alternando temas más movidos con medios tiempos y baladas, las mayores ovaciones vinieron tras sonar clásicos de Georgia Satellites como I Dunno, Dan Takes Five o Keep Your Hands To Yourself. La banda está perfectamente engrasada con el vaquero (espuelas incluidas) Warner E. Hodges, también integrante de los Bluefieds, asumiendo de forma eficiente las tareas solistas con la guitarra, la rítmica es para Dan igual que las voces, quedando el bajo para Micke Nilsson y la batería para un Mauro Magellan de increíble parecido físico con el gran Alice Cooper. Presentaron varias composiciones nuevas de Get Loud, su último disco, que no desentonaron dentro del set list. Se nota que su punto fuerte es el directo, su terreno favorito, improvisando alguna pequeña jam que hizo las delicias de un aforo medio, sin agobios, lo que es de agradecer. Después de la actuación estuvieron firmando y hablando con los fans en el puesto de merchandising, mostrando, una vez más, que no tiene nada que esconder. Lejos del estrellato que quizás hubiera merecido, Dan Baird es un músico simpático y cercano que, junto a su inseparable chistera, sigue haciendo magia en forma de rock.


El segundo acto empezó a eso de las 22:00. Nos situamos a finales de los 80 e inicios de los 90 en la prolífica escena de Los Angeles. Guns N' Roses están en la cresta de la ola y cientos de grupos intentan subirse a ella. Geffen Records, el sello de Axl y compañía, ficha a Junkyard como una nueva apuesta para explotar el filón del sleazy, la variante sucia del rock, pero la jugada no salió del todo bien. El primer disco (1989) de título homónimo (ojo a Hollywood) es excelente, seguido del todavía mejor Sixes, Sevens & Nines (1991). Sin embargo, el negocio no perdona y la banda no acaba de despegar. Desaparecen del mundanal ruido hasta diez años después con un directo y las reedición de grabaciones guardadas en algún cajón. Las entradas y salidas en la formación han sido continuas, aunque David Roach sigue ahí con la voz intacta. O al menos eso me pareció a mí pese a que se disparó el volumen en la actuación del pasado viernes. Sonaron compactos, muy duros, con el inconfundible estilo gunner, unido a retazos de AC/DC e incluso Motorhead. Emocionante fue la interpretación de Simple Man, mientras que con Shot In The Dark, Misery Loves Company, Blooze, Back On The Streets, Lost In The City, Hot Rod o Long Way Home (tremenda) se sucedieron los bailes acelerados e incluso algún pogo entre los asistentes. A una velocidad frenética, el concierto de Junkyard llegó a su fin con una versión de Nice Boys, curiosamente uno de los temas que Guns incluyeron en el famoso (y falso) directo Live Like a Suicide. Igual fue casualidad, no lo sé, o un homenaje a aquella banda que dominó la tierra durante poco tiempo y a la que tanto se parecen. Es evidente que no tuvieron la misma suerte, como le ocurrió a Rock City Angels, aunque continúan vivos y eso es una excelente noticia. En los tiempos que corren, asistir a un evento así, sin trampa ni cartón y por partida doble es, sin duda, un privilegio.

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