Van Halen collage

Van Halen collage

viernes, 20 de marzo de 2015

Van Halen, Live At Tokyo Dome. La gran novedad que se avecina para el día 31


Para el 31 de este mes está prevista la salida del nuevo trabajo de una de mis debilidades. Van Halen, o lo que queda de ellos, publica un doble cd en directo grabado en el famoso Tokyo Dome de Japón durante la gira del imprescindible A Different Kind Of Truth.  Digo lo que queda de ellos porque es evidente que David Lee Roth sigue siendo un buen showman pese a estar muy justo de voz (nunca le sobró), y la familia que le acompaña esta lejos de los mejores momentos de está mítica formación americana. El protagonista absoluto es Edward, para mí el guitarrista que revolucionó por completo el rock tras Hendrix, y que por los adelantos que he escuchado continúa siendo un demonio a las cuerdas. Lo malo es que le veo muy tocado, mayor, y no sé cuanto aguantará tocando en directo, por lo que mi sueño de poderle ver está cada vez más lejos. La verdad, no les veo dando el salto a Europa a pesar de que los rumores son frecuentes. Su hijo Wolfgang se ocupa del bajo y cumple bastante bien, pero está claro que no es Michael Anthony, lo que se nota mucho en los coros de acompañamiento. Y en la batería está su hermano, el infravalorado Alex, también muy desmejorado pero con la pegada en su sitio. Nunca falla esta máquina rítmica con su sonido tan peculiar. Conclusión, que cualquier tiempo pasado fue mejor para ellos, incluso con la era Sammy Hagar de la que hablaré algún día, aunque eso no es inconveniente para que vaya a disfrutar con su música una vez más. El set list de clásicos es tremendo con la inclusión de varios temas nuevos que no desentonan en absoluto. De hecho, muchos aseguran que se tratan de viejas demos de los inicios del grupo puestas al día. Pues bienvenidas sean frente a experimentos modernos que a buen seguro no habrían estado a la altura del mito. Y es que 90 millones de discos vendidos (56 en USA) a nivel mundial está sólo al alcance de unos pocos elegidos, los tocados por la varita de los dioses. Lo dicho, una compra asegurada para que los altavoces escupan fuego con la guitarra de Eduardo, como le llamo yo cariñosamente a este genio que tan feliz me ha hecho tantas y tantas veces. 


jueves, 19 de marzo de 2015

Crítica de Motor Sister: Ride (2015, Metal Blade) Pure American Rock y punto

Reconozco que no tenía nada controlado a Mother Superior. Tendré que investigar algo más de la trayectoria de este grupo tras escuchar el pedazo de disco que se han marcado Motor Sister a modo de homenaje. Leí la noticia de un proyecto que estaba montando Scott Ian de Anthrax, pero no le presté mucha atención en su día. Menudo error. Junto a Jim Wilson (vozarrón) de los mencionados Superior, Joey Vera, John Tempesta y Pearl Aday han sacado uno de los pelotazos más claros del mes y quien sabe si del año entero. Pure American Rock pone en la pegatina promocional del cd y nada más acertado. El arranque arrasador de A Hole ya te pone las pilas y no levantan el pie del acelerador en casi ningún momento.


Y lo mejor es que este Ride no se hace nada repetitivo mostrando gran variedad de estilos. Temazos como Beg Borrow Steal, Get That Girl, Little Motor Sister y Whore destacan en el apartado más cañero, aunque Fool Around, Head Hangoing Low y, sobre todo, Doghouse, tocan otros palos sin desentonar en absoluto dentro de este trabajo tan redondo. El sonido es muy directo, potente, y el trabajo de las guitarras de Ian y Wilson es sobresaliente. Tempestad demuestra más versatilidad que en The Cult y forma un muro rítmico junto a Vera que tira paredes abajo. Me gusta mucho también todo el artwork, muy motero americano, como polvoriento. Me parece a mí que se lo han pasado de lujo grabando según veo en las fotos interiores. Como siempre, las ganas de ver cosas así en directo son enormes, pero es una completa utopia. No creo que salgan de USA y cada uno volverá a sus bandas habituales. Ojalá se junten de nuevo por el bien del rock sincero y sin concesiones. Un 10 sin paliativos.    

martes, 10 de marzo de 2015

Crítica de Hamlet: La Ira (2015, Maldito Records)

Ya está aquí el nuevo trabajo de Hamlet. La banda madrileña, superviviente dentro de una escena inexistente en este país, presenta un onceavo disco en estudio que supone una vuelta a sus raíces en toda regla. Con nueva compañía detrás (llevan unas cuantas) La Ira demuestra que siguen en plena forma después de tantos años. Reconozco que no soy objetivo con ellos, pero es que se salen. La agresividad que para mí nunca faltó se destaca con un sonido más crudo que, según reconocen, han buscado a propósito con la mezcla de Kurt Ballou, aunque la grabación está hecha aquí bajo el mando de Carlos Santos. Hay influencias de toda su carrera e intuyo una vuelta a la crítica velada de ciertos temas sociales sin caer en el insulto fácil. La letra de Niega no deja lugar a dudas. Testificar y Me Olvidaste son los temas extra de la primera tirada de La Ira.



Abren fuego con Lamento para no bajar apenas el pie del acelerador. Imperfección y Mi Religión fueron las dos canciones de adelanto que ya demostraban por donde iban a ir los tiros. Llamándose Hamlet ha tirado por fin del título Ser o no Ser para descargar uno de los temas más destacados del disco. Ciudad de Dios, Sin tiempo que Perder...en fin, que no tiene desperdicio el artefacto este. Un sonido inconfundible, en estudio pero en directo, con ese muro de guitarras que ahora completa Ken HC tras la marcha de Alberto Martín. Sólo una pega, pequeña eso sí, o más bien una petición. Como apasionado que soy de los solos de guitarra, echo en falta alguno más como el de Miseria. Realmente les han quedado muy bien las pocas veces que los han incluido en su carrera. Seguro que Luis sorprendería a más de uno. Completa la obra un artwork muy bonito, en plan esotérico, y una presentación bastante cuidada. Para como están los tiempos en esto del metal, nada se les puede reprochar. Odiados y elogiados a partes iguales, ya que con ellos no hay término medio, Hamlet están más vivos que nunca. Ojalá duren muchos años.


Slash visita Madrid en julio. Concierto de obligada asistencia en el Palacio de Goya

A falta de un festival decente en Madrid, van cayendo algunos conciertos interesantes para el verano. Y un de ellos es, sin duda, el del próximo 7 de julio de Slash con Myles Kennedy y sus Conspirators en el Palacio de la Comunidad de Madrid con Ciclonautas y Mean Machine de teloneros. Sí, el de toda la vida pese al nombre ese de banco que le han puesto. Viene a presentar su último trabajo, el fenomenal aunque un pelín largo World On Fire, aunque seguro que caerán muchos temas de sus obras anteriores en solitario y, por supuesto, de Guns N' Roses. Los de verdad, no ese experimento que ha montado Axl al haber retenido los derechos del nombre de aquel fenómeno de masas que se devoró a sí mismo. Todavía recuerdo cuando me compré el casette original del Apettite For Destruction (¿alguien se acuerda de Madrid Rock?) cuando nadie les conocía. Supe que era algo especial cuando lo escuché, aunque nunca sospeché que llegaría a convertirse en una leyenda. Es una obra maestra irrepetible, se lo merece y por eso ha pasado a la historia. Seguro que el chisteras tocará más de un tema de tan magna obra. Y de los Illusion y Velvet Revolver también. Junto al sonido inconfundible de su Gibson sonará la voz de Kennedy, para algunos es irritante y para mí perfecta para Slash. Hay química entre ambos, por lo que pasó de invitado en el debut en solitario de Saul Hudson (su verdadero nombre) a cantante fijo del grupo que ya ha publicado dos discos. El resultado es muy aprovechable, ya que, en mi opinión, así es como deberían sonar los Guns en 2015. Es algo muy cercano a lo que lanzó al estrellato a los gunners sin caer en la utilización de maquinitas y sobreproducciones vacías. Yo he tenido la suerte de ver a Slash las dos veces que he ido al Download en UK y nunca defraudan. Por ello, si se dan los condicionantes precisos, no me perderé una de las grandes citas del año en la capital.



jueves, 5 de marzo de 2015

Cuatro novedades rockeras que nadie debería perderse en el inicio de 2015

Vaya póker de ases para disfrutar este inicio de año. En un más que escaso margen de tiempo se han editado cuatro novedades que todo buen seguidor de nuestro estilo no debería perderse. Para empezar, Blackberry Smoke se lanzan a por todas con Holding All The Roses. Tras su aclamado The Whippoorwill, este grupo sureño aspira a suceder en el trono a los disueltos Black Crowes. Ya sé que son palabras mayores, pero la intención está clara. Aunque siguen conservando su estilo, aún más directo y comercial que en anteriores ocasiones, en muchos temas (Woman In The Moon y en la recta final del disco con No Way Back To Eden y Fire in The Hole) rezuma el espíritu de los hermanos Robinson. La producción de Brendan O' Brien saca lo mejor de ellos y les están dando mucha bola en los medios especializados. Si en directo consiguen conectar con el público como lo hacían los cuervos, quizás den el gran salto. Ahora toca hablar de Black Star Riders. El que fuera grupo tributo de Thin Lizzy lanza su segundo trabajo tras el esperanzador All Hell Breaks Loose. Y han respondido a las expectativas. Con The Killer Instinct no logran quitarse de encima el espíritu de Lynnot, que de hecho sigue muy presente, pero van cogiendo su propio estilo. Una producción muy cristalina de Nick Raskulinez tras la negativa de Joe Elliot, temas muy trabajados con unos músicos curtidos en mil batallas y en estado de gracia. ¿Canciones destacadas? La que da título al álbum, Finest Hour, Soldierstown (resucita Gary Moore), mucha clase en Blindsided y Sex, Guns & Gasoline. Otra cosa que me ha gustado mucho es la promoción a la vieja usanza que le han dado al disco con Warwick (una de mis debilidades desde que estaba con The Almighty) y Damon Johnson pateándose medio mundo para presentarlo. No me extraña que las ventas les vayan tan bien y a ver si se animan a tocar por aquí. La última vez nos dejaron tirados.





Precisamente están de gira por Inglaterra (como no) junto a Europe, autores de otra de las novedades a las que me refería. War Of Kings, aunque parece un título de Manowar, es el nombre de su quinto trabajo desde que se reunieron en una segunda etapa que nada tiene que ver con la anterior. Lejos quedan The Final Countdown (más de un grupo mataría por tener un himno así) o las exuberantes producciones con Kee Marcello. Volvió John Norum y el grupo ha tomado una senda clásica que les viene como anillo al dedo. Son muy buenos músicos y lo demuestran una vez más. Los teclados de Mic Michaeli toman protagonismo en muchos temas para acercarse a Deep Purple. No es mala elección ni mucho menos. El estribillo de Days Of Rock n Roll es adictivo, hay pasajes épicos a lo Zeppelin en Children Of The Mind y Second Day, mientras que Hole In My Pocket o Nothin' To Ya muestran su lado más crudo. Ojo al solo de Norum en Light Me Up. Para quitarse el sombrero, como siempre. No tengo ninguna esperanza de que la gira compartida de suecos e irlandeses pase por España, pero se me cae la baba de sólo pensarlo. Menuda exhibición de clase. Y hablando de clase, hay que acabar analizando el Wonder Days de los británicos Thunder. Decían que se habían separado, pero se reunieron para algunos conciertos y se animaron a grabar otra maravilla. No tienen disco malo. Daniel Bowes parece un señor mayor, pero conserva intacta esa voz tan característica. Temas vacilones marca de la casa, medios tiempos sin caer en la monotonía (que bonita es The Rain) y rock and roll de toda la vida (I Love The Weekend) para que no decaiga la fiesta. Es verdad que algunas letras suenan como a despedida, pero tengo que verlos como sea antes de que lo dejen de verdad. Junto a Alice Cooper y Scorpions, son uno de los grupos que siempre se me escapan por mucho que los persiga. Y es que así de dura es esta vida, pero me gusta. Qué le vamos a hacer.