Van Halen collage

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jueves, 5 de marzo de 2015

Cuatro novedades rockeras que nadie debería perderse en el inicio de 2015

Vaya póker de ases para disfrutar este inicio de año. En un más que escaso margen de tiempo se han editado cuatro novedades que todo buen seguidor de nuestro estilo no debería perderse. Para empezar, Blackberry Smoke se lanzan a por todas con Holding All The Roses. Tras su aclamado The Whippoorwill, este grupo sureño aspira a suceder en el trono a los disueltos Black Crowes. Ya sé que son palabras mayores, pero la intención está clara. Aunque siguen conservando su estilo, aún más directo y comercial que en anteriores ocasiones, en muchos temas (Woman In The Moon y en la recta final del disco con No Way Back To Eden y Fire in The Hole) rezuma el espíritu de los hermanos Robinson. La producción de Brendan O' Brien saca lo mejor de ellos y les están dando mucha bola en los medios especializados. Si en directo consiguen conectar con el público como lo hacían los cuervos, quizás den el gran salto. Ahora toca hablar de Black Star Riders. El que fuera grupo tributo de Thin Lizzy lanza su segundo trabajo tras el esperanzador All Hell Breaks Loose. Y han respondido a las expectativas. Con The Killer Instinct no logran quitarse de encima el espíritu de Lynnot, que de hecho sigue muy presente, pero van cogiendo su propio estilo. Una producción muy cristalina de Nick Raskulinez tras la negativa de Joe Elliot, temas muy trabajados con unos músicos curtidos en mil batallas y en estado de gracia. ¿Canciones destacadas? La que da título al álbum, Finest Hour, Soldierstown (resucita Gary Moore), mucha clase en Blindsided y Sex, Guns & Gasoline. Otra cosa que me ha gustado mucho es la promoción a la vieja usanza que le han dado al disco con Warwick (una de mis debilidades desde que estaba con The Almighty) y Damon Johnson pateándose medio mundo para presentarlo. No me extraña que las ventas les vayan tan bien y a ver si se animan a tocar por aquí. La última vez nos dejaron tirados.





Precisamente están de gira por Inglaterra (como no) junto a Europe, autores de otra de las novedades a las que me refería. War Of Kings, aunque parece un título de Manowar, es el nombre de su quinto trabajo desde que se reunieron en una segunda etapa que nada tiene que ver con la anterior. Lejos quedan The Final Countdown (más de un grupo mataría por tener un himno así) o las exuberantes producciones con Kee Marcello. Volvió John Norum y el grupo ha tomado una senda clásica que les viene como anillo al dedo. Son muy buenos músicos y lo demuestran una vez más. Los teclados de Mic Michaeli toman protagonismo en muchos temas para acercarse a Deep Purple. No es mala elección ni mucho menos. El estribillo de Days Of Rock n Roll es adictivo, hay pasajes épicos a lo Zeppelin en Children Of The Mind y Second Day, mientras que Hole In My Pocket o Nothin' To Ya muestran su lado más crudo. Ojo al solo de Norum en Light Me Up. Para quitarse el sombrero, como siempre. No tengo ninguna esperanza de que la gira compartida de suecos e irlandeses pase por España, pero se me cae la baba de sólo pensarlo. Menuda exhibición de clase. Y hablando de clase, hay que acabar analizando el Wonder Days de los británicos Thunder. Decían que se habían separado, pero se reunieron para algunos conciertos y se animaron a grabar otra maravilla. No tienen disco malo. Daniel Bowes parece un señor mayor, pero conserva intacta esa voz tan característica. Temas vacilones marca de la casa, medios tiempos sin caer en la monotonía (que bonita es The Rain) y rock and roll de toda la vida (I Love The Weekend) para que no decaiga la fiesta. Es verdad que algunas letras suenan como a despedida, pero tengo que verlos como sea antes de que lo dejen de verdad. Junto a Alice Cooper y Scorpions, son uno de los grupos que siempre se me escapan por mucho que los persiga. Y es que así de dura es esta vida, pero me gusta. Qué le vamos a hacer.

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