Crítica de Faith No More: Sol Invictus (Ipecac Recordings, 2015)

Otro de los regresos más esperados ya está a la vuelta de la esquina. Después de varias giras de reunión (sin Jim Martin, una pena) Faith No More de decidieron a entrar en el estudio y Sol Invictus es el flamante resultado. A diferencia de lo que solía pasar con este grupo totalmente inclasificable, con un par de escuchas puedo decir que es una vuelta brillante. Me refiero a que para digerir un disco de esta gente había que ponerse a ello en profundidad. La complejidad de su música obligaba a desmenuzar sus canciones hasta llegar al veredicto final. Porque su propuesta es, como decía antes, diversa y sin atadura alguna. Pues su nuevo trabajo me ha entrado a la primera, lo que podría parecer preocupante en su caso.  No sé, igual les echaba tanto de menos que me he acostumbrado a ese sonido tan original y por eso me ha atrapado desde la primera nota. Esto suena a Faith No More se mire por donde se mire. ¿Eso es bueno o malo? Aun echando de menos algo más de protagonismo en las guitarras de Jon Hudson, lo demás sigue en su sitio como si no hubieran pasado 18 años de aquel Album Of The Year. Las atmósferas que crean los teclados me encantan, la base rítmica de Bordin y Gould conserva en punto funk de siempre...y luego está Mike Patton. Este tipo es un genio, un vocalista infravalorado con miles de registros que se sale desde el inicio con el tema título Sol Invictus hasta From The Dead. Está como una cabra, tiene varios proyectos que retoma de vez en cuando, aunque nunca destaca tanto como cuando canta con Faith No More. Les vi en el Sonisphere de Madrid hace unos años y sonaron hasta bien para ser un festival español. Patton hizo de las suyas, hasta se abrazó con un amigo al bajar a cantar entre el público, para completar una actuación soberbia.

Volviendo al disco. Superhero podría haber estado perfectamente el cualquiera de sus discos clásicos, el estribillo de Sunny Side Up se te clava en la cabeza, mientras que la dupla formada por Separation Anxiety y Cone Of Shame, con esos tremendos cambios de ritmo, son dos jugadas maestras. Rise Of The Fall y Motherfucker son dos frikadas que a cualquier oyente accidental le dejaría fuera de juego, pero a un fan de Faith No More hasta le parecen lógicas. Y luego llega Matador, un temazo con todos los matices posibles que sólo ellos son capaces de crear. En fin, un retorno redondo que a ver si tiene continuidad, porque les veo muy volátiles. Sol Invictus sale a mediados de mayo y me parece una compra obligada. Otra más, esto es la ruina...

Cambio de cantante en Skid Row: Tony Harnell sustituye a Johnny Solinger

Cambio por sorpresa en Skid Row. Cuando parecía que Johnny Solinger, el eterno señalado que siempre ha estado bajo la sombra de Sebastian Bach, ya estaba asentado como vocalista del grupo americano, los acontecimientos se han precipitado y su puesto lo ocupará a partir de ahora Tony Harnell. Vayamos por partes, porque la cosa tiene miga. La situación de este último en TNT, su formación de toda la vida, no estaba nada clara. Tras la reactivación de los noruegos con el sobresaliente My Religion y All The Way To The Sun, unidos a la publicación de un dvd en directo grabado en Madrid, Harnell deja el grupo por sorpresa en 2006 dando paso al ex Shy Tony Mills. Le Tekro y compañía editan un par de discos con su nuevo cantante, pero los rumores de la vuelta del original son constantes. En 2013 regresa dejando como tarjeta de visita su aparición en otro dvd/cd en directo con orquesta incluida de TNT en plan familia unida, celebrando aniversario. Y cuando todo indica que están preparando un nuevo trabajo. llega esta maniobra tan extraña. No dudo de que Harnell pueda dar la talla en Skid Row, ya que tiene voz de sobra, pero no sé si su estilo melódico (a veces en exceso) encajará en los ramalazos punk y el rock sucio de los americanos. Como muestra ofrecen a los fans una versión 2015 del clásico 18&life con Tony en la voz que no les ha quedado nada mal. Veremos cómo evoluciona el asunto, sobre todo en directo.

La segunda parte del culebrón la protagoniza la tumultuosa salida de Solinger. Criticado hasta la saciedad por los seguidores más acérrimos que siguen reclamando la imposible reunión con Bach, yo le veía muy bien integrado en Skid Row. Tuve la suerte de verlos en directo el pasado verano junto a Buckcherry y la actuación me gustó bastante. Está claro que no es Sebastian, al que veo aún más perdido que Axl Rose viviendo de las rentas, pero cumplió de sobra y su conexión con el público fue más que notable. Tras los aceptables Thick Is The Skin y Revolutions Per Minute, la idea de los eps United World Rebellion había acercado un poco a Skid Row a la popularidad de la que disfrutaron en su día. Sin embargo, este nuevo relevo de cantante con declaraciones cruzadas por medio no sé cómo acabará. Dicen que a Solinger le echaron por teléfono y que Harnell ya estaba fichado, le acusan de no darlo todo por el grupo...En fin, lo de siempre en estos casos, aunque hay algo que no huele muy bien. Sabo y Bolan son los que mandan y ellos sabrían lo que hacen. Una cosa está clara, la calidad del nuevo integrante está fuera de toda duda. El tiempo dará y quitará razones a cada uno. Y mientras, Bach haciendo de Lady Gaga por ahí...Una pena.

Concierto de Royal Blood (Madrid, La Riviera, 1-4-2015): notable alto y a esperar

Por fin tocaron Royal Blood en una sala en Madrid. Después de varios cambios de escenario según iba creciendo la popularidad del grupo, la gran promesa del rock británico descargó su corto repertorio para confirmar lo que algunos ya sospechábamos: son buenos, muy buenos. En muchos foros se han cebado con ellos argumentando que si son una moda, música para hipsters, que no valen nada, que copian a otros... Para mí, nada de esto es cierto. No se les perdona el ascenso meteórico que han tenido. En este país eso se castiga mucho. Una lástima, sus críticos más acérrimos no saben lo que se pierden. De inicio, su propuesta es arriesgada al salir a tocar con sólo dos componentes: el bajista y cantante Mike Kerr y el batería Ben Thatcher. Vale, ya lo hacían los White Stripes, pero esta propuesta me parece más original y lograda si se tiene en cuenta los sonidos que Kerr le saca a su instrumento de cuatro cuerdas. Parece que llevan un guitarrista con el que se construye un sonido compacto, sin fisuras. Saben que la fórmula funciona y la explotan muy bien. Sólo algunos parones entre los temas que se hicieron un poco largos empañaron su actuación. Supongo que ya lo irán solucionando con el tiempo. Conectaron bien con el público (hubo un lleno absoluto) y sólo se permitieron alguna pose de rock star, como el desfile del batería vaso en mano acercándose, quizás demasiado, al personal asistente. Abriendo con Hole, que curiosamente no está en su disco de debut y sí en el ep anterior con el que los descubrí gracias a Classic Rock, después fueron cayendo sus temas más famosos: Come On Over, Little Monster, Figure It Out, Out Of The Black... Y también alguna cara B de single que se podía confundir con un tema nuevo, pero no fue así. Como decía más arriba, el recital fue corto, de apenas hora y cuarto si llegó, aunque poco más pueden ofrecer sin caer en las típicas versiones. Ahora toca esperar a un segundo disco que será clave en su carrera. Les están esperando con el cuchillo entre los dientes, así que ya veremos por dónde salen. De momento, que les quiten lo bailao. Se lo han currado, ya sea porque han tenido suerte, porque la promoción ha sido buena... No lo sé, pero ¿por qué empeñarse en destruir su éxito? El tiempo dictará sentencia.