Van Halen collage

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miércoles, 17 de junio de 2015

La pierna fracturada de Dave Grohl y el descubrimiento de Spotify sobre el rock

Vaya mala pata, nunca mejor dicho. La gira festivalera de Foo Fighters, que por supuesto no iba a pasar por aquí, se ha visto alterada por la fractura de la pierna derecha de su líder, Dave Grohl. Una caída en el concierto de Suecia de hace cinco días le hizo salir escayolado al escenario, después de visitar el hospital, para terminar la actuación sentado mientras explicaba lo ocurrido a los asistentes. Un serio inconveniente por el que ya se han suspendido tres apariciones veraniegas de la banda, incluyendo las de Wembley en Londres y la del mítico Glastonbury que estaba programada para el 26 de este mes. Conociendo al músico nacido en Ohio hace 46 años (no personalmente aunque lo intuyo), por él seguro que no hubiera existido problema alguno para seguir adelante. Sin embargo, los médicos, con buen criterio, le han aconsejado descanso para que el hueso se recupere perfectamente. La radiografía de la lesión fue publicada en las redes sociales, así que los entendidos pueden echarle un vistazo para estimar cuánto va a tardar Dave en volver a dar guerra sobre un escenario. Y es que con Grohl no hay medias tintas. O le adoras o le odias. Muchos le acusan de oportunista, de aprovecharse de las modas, aseguran que no tiene talento, de comercial, edulcorado, rockero de pega... A mí su carrera me parece asombrosa. Tras afrontar un papel secundario como batería de Nirnava, en 1995 grabó él solo el debut de Foo Fighters y su fama ha ido creciendo hasta llegar a nueve discos en estudio que tienen de todo. Canciones redondas, otras lo son menos, pero de lo que no hay ninguna duda es de que, en la actualidad, es el único grupo de rock capaz de coger el relevo de los grandes para llenar un estadio o garantizar un sold out en un festival. Por no hablar de su hiperactividad en multitud de colaboraciones y proyectos en Probot, Tenacious D, Queens Of The Stone Age, Them Crooked Vultures... Es productor, compone, toca todos los instrumentos, y su devoción por el rock en todas sus vertientes queda demostrada en los documentales de obligado visionado como son Sound City y Sonic Highways. En fin, que no para quieto y ahora le mandan reposo. Resulta paradójico.


¿Será por detalles como el de Suecia que los seguidores del rock son los más fieles? No lo digo yo, sino un estudio de Spotify que refleja la lealtad de los fans según los estilos de música. Un gráfico demuestra que el aficionado al Heavy Metal es el más fiable a la hora de apoyar sus gustos. Igual no es el ejemplo más adecuado, es evidente que Foo Fighters no son Judas Priest, pero como el Rock también ocupa los puestos más altos igualado con Folk y Country, creo adivinar el por qué de tanta devoción. O al menos uno de los motivos. Está claro que Ozzy y David Lee Roth cantan fatal, que Vince Neil está pasadísimo de peso, que Angus está mayor, Paul Stanley se esfuerza, pero suelta unos gallos de consideración, la pegada de Ulrich ya no es la que era y Hetfield no llega a los agudos en los temas del Kill Em' All... Sus seguidores lo saben, no son tontos, pero las entradas no duran ni cinco minutos a la venta. ¿Por qué? Porque saben lo que quieren y saben que lo van a tener. Durante dos horas en algunos casos, se pueden olvidar de todo, disfrutar con sus amigos de espectáculos únicos que, por desgracia, no van durar siempre. La cara de satisfacción de Andy Copping, el promotor del Download Festival, viendo como casi 100.000 personas pasan el mejor fin de semana del año embarrados hasta las cejas disfrutando de sus grupos favoritos, lo dice todo. Llueva o truene, ahí están. Puede que el rock, o más bien su industria, no esté pasando por el mejor momento, pero actitudes como la de Dave Grohl garantizan su supervivencia. Nunca se me olvidará su última visita a Madrid en la que se indignó por el escenario austero, sin ni siquiera pantallas de vídeo, que le pusieron en el Palacio. Lejos de tocar un rato para cumplir y largarse, se arremangó y junto a sus Foo Fighters nos regaló un concierto memorable de casi tres horas. Por eso no creo que nadie se debiera sorprender por el resultado del citado estudio. Mientras existan artistas así, no creo que el rock vaya a morir nunca. De hecho, si hubiera que hacer el Camino de Santiago para ver a Tom Petty de una vez en España, me apuesto lo que sea a que muchos nos encontraríamos en el trayecto. Eso sí, mejor con las dos piernas en condiciones para llegar a tiempo a cantar American Girl.



2 comentarios:

  1. pODRAS DECIR QUE DAVE NO TE GUSTA LO QUE HACE QUE FOO FIGHTER SON COMERCIALES,PERO ESTE HOMBRE ES UN ARTISTA DE LOS PIES A LA CABEZA Y TODOS SUS PROYECTOS DAN CUENTA DE ELLO.

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  2. pues ya verás lo de Teenage Time Killers. Regreso al punk!!

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