Van Halen collage

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viernes, 4 de septiembre de 2015

Crítica de Iron Maiden: The Book Of Souls (Parlophone, 2015) Una odisea de metal

Esto ya son palabras mayores. Hacer una crítica de un disco de Iron Maiden es un honor, una responsabilidad. Algo que, como humilde seguidor suyo que soy desde hace muchos años, me atrevo a escribir con todo el respeto y el cariño del mundo. El grupo heavy por excelencia (con permiso de Judas Priest), una institución, una multinacional, el mito, la leyenda... ¿Quién no ha tenido alguna vez una camiseta de Iron Maiden? El pobre Eddie, la monstruosa mascota de la banda británica, ha sufrido tantos cambios de aspecto desde que debutó en 1980 que deben existir cientos de prendas distintas con esos dibujos tan terroríficos como entrañables. Con el lanzamiento de The Book Of Souls, su 16º (se dice pronto) trabajo en estudio, le ha tocado vestirse de momia maya en la portada de esta grabación en formato doble de 92 minutos de duración. Todo un reto para Maiden pese a que ya nos están acostumbrando a los minutajes muy altos en los últimos tiempos. El resultado es excelente, al menos en mi opinión, aunque para digerir una obra tan colosal hacen falta muchas, muchas escuchas. Y muy atentas. Nada de ponerse la música de fondo mientras se conduce o se friegan los platos. Aquí hay chicha, y de la buena. El adelanto que ya analicé por aquí, Speed Of Light, era sólo el aperitivo, el típico single de enganche de canción rápida, efectiva, acompañada de un vídeo ochentero apasionante. Lo primero que quiero destacar es que la voz de Bruce Dickinson está intacta. Es más, diría que mejor que nunca. Nadie podría imaginar que estaba a punto de caer en una enfermedad grave de la que ya está recuperado del todo.


Segundo detalle importante. Steve Harris, el bajista y supuesto líder de la formación, sólo ha compuesto en solitario una canción: The Red And The Black. Muy pegadiza, con unos coros perfectos para el directo, pero un poco repetitivos. Casi llegan a cansar esos teclados, igual que las armonías, al ser un recurso muy trillado por Maiden desde Afraid To Shoot Strangers. Por eso se agradece que haya más variedad a la hora de aportar ideas en el estudio. Allí, en los mandos estuvo, como de costumbre desde Brave New World (el retorno de Bruce), Kevin Shirley, su hombre de confianza en la producción. Cuantitativamente igual ya ha superado al retirado Martin Birch para sacarle máximo provecho al sonido. Impoluto, a veces algo oscuro, quizás le falta algo de brillo como le pasó con los discos de los desaparecidos Black Country Communion.


Lo de la democracia en la composición resulta beneficioso. Todo un acierto para poder disfrutar de If Eternity Should Fail (no me gusta ese ritmillo taurino), The Great Unknown, Death Or Glory, Tears Of A Clown (dedicada al fallecido Robin Williams), The Man Of Sorrows o la odisea épica de casi 20 minutos que es The Empire Of The Clouds. De todas ellas me quedo con la que da título al disco, The Book Of Souls. Salvando las distancias, me recuerda mucho a Powerslave dentro de esa dualidad histórica/futurista de la que suelen echar mano Iron Maiden en las letras. La parte final con las guitarras es estupenda, va in crescendo para redondear otra pieza maestra de los ingleses. Lograr un equilibrio entre canciones cortas y otras tan largas no es fácil. Creo que lo han conseguido para ir rompiendo el ritmo según avanza la hora y media de este maratón de metal clásico. Es comprensible que a alguno se les pueda hacer muy largo, pero insisto en que merece prestarle los cinco sentidos para disfrutarlo del todo. Al fin y al cabo, pese a que no es su intención, la edad no perdona y nunca se sabe cuándo lo dejarán. Ese día llegará e igual que ocurre con Kiss, Black Sabbath (ya han anunciado su último tour), AC/DC, Van Halen, Aerosmith y otros grandes, ya podemos irnos preparando, porque ninguna banda novel alcanza su nivel. Ninguna ofrece espectáculos en directo de más de dos horas como estos 'abueletes'. Mi consejo es aprovechar mientras sigan vivos y perder 92 minutos de tiempo en escuchar The Book Of Souls. Y con el libreto de la edición de lujo delante, mejor. Para un melómano de este estilo musical, no se me ocurre mejor forma de superar la depresión post vacacional. Eddie, Bruce, Steve, Dave, Adrian, Janick y Nicko se encargarán de ello. Garantizado.

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