Van Halen collage

Van Halen collage

viernes, 28 de agosto de 2015

Stockholm calling: Backyard Babies y Black Trip cierran el verano sin sorpresas

Lo he dicho muchas veces y a las pruebas me remito: lo de Suecia y el rock es un idilio que no tiene fin. No hay semana en la que no aparezca un grupo nuevo que vale la pena. Su producción es imparable, con una variedad de estilos variopinto, recogiendo influencias de toda la vida con el sello personal de la calidad escandinava. Backyard Babies y Black Trip son dos buenos ejemplos. Unos veteranos y los otros noveles, esta semana publican sus nuevos discos para cerrar el capítulo de novedades de un verano que ha estado cargadito. Como a mí me gusta, para qué vamos a engañarnos. Los primeros regresan tras un parón de cinco años con un Four By Four revitalizante. Sinceramente, no entiendo las críticas tan negativas que están recibiendo. Lejos queda el impacto brutal que supuso Total 13, una obra maestra del género que nunca repetirán. ¿Por qué empeñarse en buscar o comparar todo lo que hacen con aquello? Desde entonces han publicado trabajos muy aprovechables, de rock vacilón con un punto sleazy, punk y macarra que les han consolidado como fijos en cualquier festival de renombre cuando están en activo. En directo nunca fallan, tal y como comprobé en el Resurrection, por lo que no sé qué esperaban de ellos. Es cierto que el adelanto de Thirteen or Nothing te dejaba un poco frío al principio, pero con las escuchas te haces con él, dentro de su extrema sencillez, y es ideal para abrir fuego en el nuevo cd, vinilo, descarga digital... Lo que viene a continuación suena a BB por los cuatro costados. Canciones fáciles para pasar un buen rato, sin más pretensiones. Leo muchas quejas sobre la balada Bloody Tears. Infundadas, porque es un tema agradable y algo distinto como Walls. Siete minutos para acabar el disco con elementos nunca utilizados por Dregen, Nicke y compañía. Lo malo es que ahí nos quedamos, y por eso les echaría en cara que sólo hayan grabado nueve canciones. Igual se reservan alguna para próximas ediciones de lujo. Por lo demás, frescura, ideas renovadas y los Babies de nuevo en danza para disfrutarlos. Sólo por eso deberíamos felicitarnos (no me los pienso perder en su visita a España en noviembre) en vez de rebuscar tanto para echar porquería. Seamos un poco positivos.


Lo de Black Trip es harina de otro costal. Los descubrí por casualidad por un anuncio de su primer y corto disco, Goin Under, en la Classic Rock inglesa. Me lancé a buscarlos en cuanto vi que son suecos y mi intuición no falló. Sí me sorprendió el estilo que practican, un revival de la NWOBHM en toda regla. Parecía que estaba oyendo a los primeros Def Leppard, Tygers Of Pang Tang o a Iron Maiden con Paul Di Anno. Esas cabalgadas guitarreras, los solos doblados, los estribillos contundentes e incisivos son marca de la casa y la verdad, lo hacen de lujo. Como sus miembros proceden de otros grupos pensé que se trataba de un proyecto aislado, pero de eso nada. Con Shadowline demuestran que lo suyo va en serio. Once temas de puro heavy metal old school que se escuchan de un tirón. Con la apertura de Die With Me dejan claro que no hay tregua. La canción que da título al disco, Berlin Model 32, Clockworks, Sceneries... No hay desperdicio ni mejor medio de transporte para trasladarte a la escena metalera de principios de los 80. The Storm es un acaso aparte. Una especie de medio tiempo o balada que termina de forma memorable. Ojalá den el salto a Europa para tocar, porque me encantaría verles en acción. Espero que se hagan el hueco que merecen en la escena escandinava y sólo un reproche. No deberían clonar tanto un estilo determinado, sino ir buscando su propio camino en posteriores trabajos. Algo parecido a lo que están haciendo Kadavar con Black Sabbath, por citar una referencia conocida. Será cuestión de tiempo, porque de los suecos, en asuntos referentes al rock, mejor no dudar. Mañana aparecerá allí otra banda interesante. Me apuesto lo que sea.


No hay comentarios:

Publicar un comentario