Van Halen collage

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sábado, 26 de septiembre de 2015

Graveyard y Casablanca, dos mundos opuestos desde la meca rockera de Suecia

Una vez más, y ya van unas cuantas, desde Suecia llegan un par de novedades bastante interesantes. Graveyard y Casablanca, dos grupos con propuestas musicales muy diferentes, han sacado a la venta esta semana sus nuevos discos. Innocence And Decadence es el título del cuarto trabajo de la banda retro comandada por Joakim Nilsson. Blues, swing, soul, psicodelia, rock and roll... todos los estilos que nacieron en los 60 y 70 hasta derivar en lo que hoy en día es el rock siguen más presentes que nunca. Con una portada que me recuerda al Technical Ecstasy de Sabbath, los de Göteborg por fin han conseguido lo que yo echaba de menos en sus anteriores propuestas musicales. Cada canción suena distinta, con identidad propia, para acabar con una excesiva repetición que, a mi juicio, llegaba a cansar. Lo que no han corregido del todo es la manía que tiene el vocalista (manejando varios registros) de participar demasiado y quitarle espacio a los desarrollos instrumentales. Un poco más de tiempo sí les da, pero sin pasarse. Sin embargo, nada de esto importa debido a la gran calidad de los once temas. Los adelantos de The Apple & The Tree y el blues Too Much Is Not Enough prometían una enormidad, se avecinaba algo grande. Y tanto, porque creo que se han superado publicando su mejor disco hasta la fecha. Como decía un poco más arriba, en la variedad está el secreto. Can't Walk Out es uno de los momentos álgidos, con unos cambios de ritmo que, en ocasiones, me recuerdan hasta a Screaming Trees. El trío que forman From A Hole In The Wall (voz extraña), Cause & Defect y Hard-Headed mantiene alto el interés del disco en su parte más dura, eso sí, siempre bajo la visión clásica de Graveyard. Los dos últimos temas llaman a la calma bluesera, con ese final perfecto que es Stay For a Song. Otro detalle novedoso es un cierto toque a lo Hendrix en algunas guitarras que siempre es bienvenido. Nunca está de más una influencia así para completar una obra posiblemente poco original, ya que se limita a actualizar lo que ya se hizo hace muchos años. En manos del oyente está disfrutar de este viaje atrás en el tiempo.


Miskatonic Grafitti es el misterioso título del tercer disco de Casablanca. Primero de una trilogía conceptual sobre H.P. Lovecraft, supone una vuelta de tuerca a su sonido habitual. Tampoco es que se hayan pasado al doom, porque el hard rock e incluso el AOR más dulzón siguen ahí, pero con matices progresivos y desarrollos más largos que nunca habían probado. Empezar con un tema de diez minutos muestra claramente lo que pretenden. Luego regresan a sus raíces con Closer, Re:Old Money o Name Rank Serial Killer. Estribillos marca de la casa, melodías pegadizas, solos muy bien elegidos para no cansar... Sin embargo, merece la pena detenerse en su faceta más novedosa, porque no les ha quedado forzado. Al contrario, destilan clase a raudales como les suele ocurrir (salvando las distancias) a de sus paisanos Europe. La inicial Enter The Mountains, This is Tomorrow, My Shadow Out Of Time, Sister, el tema título o los dos últimos son ejemplos de que algo está cambiando. Para bien o para mal, como suelo decir, depende del criterio de cada uno. A nivel individual, me encanta la voz aguda de Anders Ljung, muy típica de grupos nórdicos de este estilo, que llega a notas altas complicadas. Creo que Ryan Roxie, guitarrista de Alice Cooper, sigue por ahí junto al resto de los miembros pasado el examen con nota alta. Pese a que ya llevan un tiempo en el negocio, son una banda minoritaria, aunque con una discografía impecable. Nula promoción les dan, por lo que no es extraño que vengan a tocar y nos juntemos 200 locos (o menos) en una reducida sala. A veces lo pienso y llego a la misma conclusión: casi mejor que perderse en un estadio lleno de gente que no sabe ni lo que está viendo. Son dos mundos opuestos, igual que Graveyard y Casablanca. A elegir toca. 

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