Van Halen collage

Van Halen collage

martes, 15 de diciembre de 2015

Dos supergrupos más para acabar el año como es debido: Ten Commandos y Kind

La lista de los 10 mejores discos de 2015 ya está cerrada, aunque no me hubiera importado hacer algún anexo. Sobre todo porque, como me temía, alguna sorpresa de fin de año tenía que surgir. Y por partida doble, con la moda de los supergrupos, que ha supuesto la creación de Ten Commandos y Kind. Son dos propuestas radicalmente diferentes (grunge y stoner-doom) pero con una calidad fuera de toda duda, dos trabajos altamente disfrutables para unas fechas en las que nos invadirán con moñadas variadas, recopilaciones insípidas y otras gaitas de peor gusto. Nada menos que Matt Cameron y Ben Shepherd, batería y bajista de Soundgarden, están involucrados en Ten Commandos junto al desértico Alain Johannes (QOTSA) y el más desconocido Dimitri Coats (Off!). El experimento suena justo a lo que se podía esperar, además de contar con colaboraciones de lujo como la de Mark Lanegan en la inicial Staring Down The Dust. Desconozco la forma en la que se reparten después las tareas vocales, aunque creo que entre Coats, Johannes e incluso Cameron anda la cosa. Otro invitado, en este caso invitada, Nikka Costa, pone su voz en Come y uno de los momentos más destacados es la instrumental Sketch 9. Inconfundibles los punteos de Peter Frampton, un veterano guitar hero al que nunca he seguido mucho la pista salvo con Humble Pie. Casi todos los temas siguen un esquema parecido, más o menos lisérgicos (Outermost Sky) y algunos estribillos efectivos. El legado noventero de Seattle sigue intacto (Soundgarden, Alice In Chains, Mad Season, Pearl Jam, Nirvana...) y en algunos momentos me recuerdan a Them Crooked Vultures. Punto y aparte merece la penúltima Aware, con un desarrollo bastante largo, cambios de ritmo y un final apabullante. En general, el disco es bastante ameno, agradable de escuchar pese a que el grunge no es, ni de lejos, mi estilo preferido. Ya veremos si el proyecto tiene continuidad.


El caso de Kind es diferente, puesto que no conozco a ninguno de sus miembros pese a que algunos grupos implicados sí me suenan. Al parecer, todo surgió de una jam entre componentes de Black Pyramid, Elder, Rozamov y Roadsaw, que dio lugar al adelanto German For Lucy el verano pasado. Escuchándolo se ve rápidamente por dónde van los tiros. La semejanza con la densidad de los riffs que patentaron los maestros Kyuss es evidente, aunque también parece una variación extraña del Paranoid de Sabbath. En Rocket Science, su disco de debut, sólo hay ocho temas y cuatro de ellos sobrepasan los seis minutos. Es ahí donde se explayan a gusto con todo tipo de solos, voces graves, otras más suaves, sobre todo en la mastodóntica Hordeolum, que posee un ritmo pesado a más no poder. Mi favorita es Rabbit Astronaut, sobre todo por la intro de batería y el giro más stoner, aunque la anterior, Fast Number One, tampoco está nada mal precisamente por ganar algo de velocidad. El dúo que forman Pastrami Blaster y Siberia es curioso, van por otro camino debido al regusto blues que deja la primera, mientras que la otra es casi funky. El cierre de Ungry Undertaker resume perfectamente lo que buscan Kind: lenta, oscura, la canción va avanzando hasta un riff machacón, arrastrado, al que sigue un solo distorsionado de varios minutos. Queda claro que se trata de un experimento en estudio con varias influencias al que vale la pena hincarle el diente, eso sí, teniendo en cuenta lo que ofrece el menú. No es un plato ligero, sino de una digestión larga y paulatina. Igual que ocurre con Ten Commandos, les seguiremos por si se quedan en una anécdota o tiran hacia adelante. Tiempo al tiempo.

1 comentario: